2.11.06

Camarón

Hay cosas tan obvias que parece que no se pueda hablar de ellas; Los Beatles, los Stones, Camarón, ... Sólo aquellos que llegan por primera vez a cosas, y que no están intoxicados por lo que se ha dicho, por si lo conoce mucha o poca gente, y por lo mucho que se han visto impresionados por aquellos que han visto o escuchado se sienten libres de expresar sus sensaciones.

A mi Camarón me parece lo más grande en el mundo del flamenco. Y esto, aunque suena a perogrullada, es así. No ha habido nadie antes, durante o después tan grande como Camarón.
Antes y durante porque la ruptura, el talento, las ganas de vivir y la filosofía era tan trasgesora, que los flamencos de la época miraban con asombro, y a veces con recelo.
Después porque fueron tantas las aportaciones, que se ha ido construyendo desde ahí; no se innova, no se transgrede, se utiliza lo inventado para crear, que no está mal. Aunque algunas veces - no todas - no se tenga el respeto por la tradición que tenía Camarón para poder evolucionar y aportar.

Camarón es como una droga. No desde el punto de vista de la adicción, ya que decir esto es obvio; todo lo bueno engancha, física o psíquicamente. Sino desde el punto de vista de apertura de parcelas en tu mente, de percepciones nuevas, de colores inexistentes hasta ese momento, de felicidad incomparable. De bienestar.

Es como un buen canuto. Es esa sensación de estar agustito. De estar calentito, bien acompañado, sin decir nada, en silencio y entendiéndolo todo de repente. Bienestar, claro.



La felicidad de la vida, la ganas de disfrutar, de aprovechar lo que tenemos y el momento. Ahora. Ya. Sin pensar en la inmediatez del anhelo, sino en la sensación de buen rollo por lo que ahora me está pasando. Esa es la transmisión que consigue Camarón conmigo. Muchas veces lo que vendrá, la planificación, la espera por algo mejor, tensionado, nervioso, no te hace ver lo que en ese momento tienes, y al no dejarte llevar, sino que tú con tu anhelo diriges tus movimientos, hace que la vida pase, porque pasa, y no hayas exprimido lo que tenías. La música de Camarón es así.

Y no se si es por el respeto a tradición, por la técnica, por Paco de Lucía, o porqué. Pero el hecho es que su música me lleva por esos sitios. Me mece en esos sitios.

¿Y todo esto al escuchar a Camarón? Pues sí. Aunque de forma natural, y sin pensarlo demasiado. Y sobre todo sin nada que ver con la vida que llevó, su visión de la misma, o sobre si era un divo, o no. Si era buen tio o no. Aunque todo influye. Y mucho. Porque si Miles Davis era gilipollas, que se ve que lo era, aunque yo no le conocí, a mi me da igual para disfrutar de su música, pero desde alguna parte de mi cabeza, hay algo que no me deja ir un poco más allá. Y a mi, la verdad me gusta ir un poco más allá.

Más allá de filosofías, Camarón me lleva a algunos lugares increíbles. A la ciudad más bonita que conozco. Camarón me lleva a Granada. Y eso es algo, que como todo lo anterior, es algo totalmente subjetivo. Me siento en cualquier banco del Albaicín y escucho a Camarón. Pero es que escucho a Camarón y estoy sentado allí. Y Camarón me lleva al mar, siempre. me lleva al mar en invierno. Como esos días de sol, con esa luz increible que tienen los días de invierno con mucho sol, en la playa.

"Tu eres la mar, yo soy la arena, yo voy contigo donde tú quieras"

Por eso sueño yo con el mar.

Ya hablaremos.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Joder,(con perdón), preciosidad de mensaje que acabo de leerte por indicaciones tácitas de Olvido.

Sin duda alguna el flamenco bueno además de erizar el pelo penetra en el corazón con una sensación que estoy plenamente de acuerdo puede ser de bienestar.

Recuerdo algún comentario de una gran amiga al respecto de lo que comentas, aqui y ahora; trasladado en ese caso a la utilización del verbo sentir, en todas sus acepciones. Muy apropiado vivas donde vivas para todas aquellos acontecimientos que verdaderamente vivimos como autómatas cuando deberían de ser disfrutados con pasión (que cada uno piense el suyo, si logra llegar hasta aqui que me está saliendo un comentario "ladrillo").

Pues nada muchas gracias por regalarme un momento bonito leyendo algo tan estupendo.

Saludos desde Cádiz (muy cerquita de San Fernando, y hasta aqui puedo leer)

Jose M.

2:08 p. m.  
Blogger Manolo said...

la verdad es que no puedo estar más de acuerdo contigo Jose M.
Gracias.

4:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El flamenco me entró de verdad por Camarón años después de haber bailado y estudiado sus palos.Una mordida de vida y muerte, como el San Pedro, puede rozar la comprensión universal. Ana.

1:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

joder.. camarón.. vamos a hecharle caldo que los garbanzos están duros.. xavi p

7:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hoy has estado sembrado, Manolo. Enhorabuena.

11:47 a. m.  

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