Ponme pachanga, payo

¿Cuantas veces hemos escuchado eso? o sentencias similares...

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He pasado todo el fin de semana en plan descarga latina; he vuelto a ver Calle 54, y eh llorado. He llorado mucho. Porque Calle 54 es una gran película.
Y de Calle 54 a la Fania, y de Fania a un discazo llamado Nu Yorica! Culture Clash In New York City. Un disco revisa lo que se hacía en el entorno latino en New York a finales de los 70, que como ya dicen varias veces en Calle 54, es la ciudad y la época en la que se acuña el término jazz latino, aunque como es sabido el padre de esta tendencia -que integra el Bebop con los ritmos y tonadilla afrocubanas- es Dizzy Gillespie a raiz de su relación sobre todo con Chano Pozo. Pero esa es otra historia, que se llama Cubop.

Y la pachanga es la que me lleva a Calle 54, me devuelve más bien. A través de una banda maravillosa llamada Radio Malanga. Si quereis saber más cosas de ellos, este es el enlace a un blog de puta madre que sabe más de esto que yo.

Radio Malanga hace pachanga, pachanga de la que quiero escuchar yo en las fiestas. Pachanga de calidad. Seamos serios, Radio Malanga hace música. Hacen la música que a cada uno de sus miembros les apetece, y de ahí lo mismo sale una ranchera, que un reggae, que una cumbia, que latino, latino, que..., todo muy bien tocado, muy bien tamizado desde el prisma del jazz, entendido este como música libre de todo, y enganchada a la improvisación.

Radio Malanga me encanta y les encanta a mis hijas, y os encantaría a vosotros, a todos vosotros. Porque es música que os hace decir que bueno es esto, o me quiero ir a la playa, o que féliz soy en la playa, o yo que se.

Radio Malanga me ha levantado el espíritu y me ha llevado a otros terrenos, y me ha hecho bailar.

Os pongo unas fotitos de Radio Malanga que me dan muy buen rollito, y a mis hijas les encanta y se ponen como locas a bailar... En fin cosas mias.



Radio Malanga suena a familia, a carromato, a furgoneta, a tocar, a pasarlo bien, a compartir, a quererte, a no poder más, suena un poco a circo también.

Por cierto que no tengo este disco y me encantaría tenerlo, igual me escapo al Mercado de Fuencarral a pillarmelo, no se.

Ya hablaremos.