Te huelo
Acabo de hablar con mi colega Andrew. Ya tiene casa en New Orleans. Para el JazzFest. Me acaba de decir que sin presión, que tengo el sitio guardado, pero que claro que estaría bien saberlo cuanto antes. La presión me la meto yo solo, como casi siempre, claro.
Nosotros es que New Orleans nos quedamos en una casa, solía ser la de un colega, después la de mi compadre Andrew, y después alquiladas. Es que hace poco me llego un email de una persona que se va este año al JazzFest, y es la primera vez, y me pedía que le recomendara hoteles; no pude solo zonas. Además de recomendarle que se quedara los 10 diez días. No puede. Se va a arrepentir. El año que viene vuelve a por el completo.
En cualquier caso fue curiosa la llamada de Andrew, ya que estaba pensando en New Orleans en ese momento, porque estaba escuchando un disco que editó en su momento WWOZ, la radio de la que ya he hablado (enlace a la derecha), y que se hace todos los años. Yo solo tengo una copia la 23, del 2005. Una gran putada. No se puede comprar, aunque me estoy moviendo para conseguir el resto de la colección. Son temas en directo en sitios por la noche y en el mismo JazzFest, cosas que no se editan, trozos de momentos muy especiales. Y como no lo podeis comprar. Y como descubrí esto de GoEar, que es cojonudo, aquí debajo os dejo el disco entero para que lo disfruteis.
De este disco ya hablé AQUÍ, así que para qué repetirme.
Sólo diré que hay olores (me refiero a buenos olores) que asocio a cosas, personas y situaciones que son capaces de trasladarme, incluso de hacerme perder la cabeza. ¿Nunca os han dicho que tenéis un olor especial, que sólo determinadas personas son capaces de oler, ni siquiera vosotros mismos? Es un olor químico. Precioso. Dificil. Peligroso.
Este disco tiene olor. Sólo que no todo el mundo lo percibe.
Ya hablaremos.
Nosotros es que New Orleans nos quedamos en una casa, solía ser la de un colega, después la de mi compadre Andrew, y después alquiladas. Es que hace poco me llego un email de una persona que se va este año al JazzFest, y es la primera vez, y me pedía que le recomendara hoteles; no pude solo zonas. Además de recomendarle que se quedara los 10 diez días. No puede. Se va a arrepentir. El año que viene vuelve a por el completo.
En cualquier caso fue curiosa la llamada de Andrew, ya que estaba pensando en New Orleans en ese momento, porque estaba escuchando un disco que editó en su momento WWOZ, la radio de la que ya he hablado (enlace a la derecha), y que se hace todos los años. Yo solo tengo una copia la 23, del 2005. Una gran putada. No se puede comprar, aunque me estoy moviendo para conseguir el resto de la colección. Son temas en directo en sitios por la noche y en el mismo JazzFest, cosas que no se editan, trozos de momentos muy especiales. Y como no lo podeis comprar. Y como descubrí esto de GoEar, que es cojonudo, aquí debajo os dejo el disco entero para que lo disfruteis.
De este disco ya hablé AQUÍ, así que para qué repetirme.
Sólo diré que hay olores (me refiero a buenos olores) que asocio a cosas, personas y situaciones que son capaces de trasladarme, incluso de hacerme perder la cabeza. ¿Nunca os han dicho que tenéis un olor especial, que sólo determinadas personas son capaces de oler, ni siquiera vosotros mismos? Es un olor químico. Precioso. Dificil. Peligroso.
Este disco tiene olor. Sólo que no todo el mundo lo percibe.
Ya hablaremos.
1 Comments:
¡¡¡Exacto!!! Algunos discos huelen. Lo llevo diciendo toda la vida. Algunos discos tienen un sabor, una textura, un olor... que no todo el mundo puede captar.
Vete al JazzFest, ¿quién nos iba a provocar envidia si no?
Besos con el sabor de los collares desde un balcón de Nueva Orleans.
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