Cabo Verde
Cape Verdean Blues es un disco buenísimo, como también lo es It´s Got To Be Funky, y por supuesto Song For My Father, y otros tantos. Pero, de los que conozco, me quedo con el Blues de Cabo Verde.
Este disco es una gran composición de temas de diferente calado, muy en la onda del Bob, y con las influencias clásicas de este tipo de músicos en los 60. Bossa Nova, y ritmos nuevos que se iban metiendo poco a poco en cada uno, y por tanto popularizando. Joe Henderson (lo digo de memoria) colabora en este disco con Silver. A saber, Silver es muy funky, muy boogaloo diría yo. Por supuesto no llega a los extremos de Jimmy Smith, Melvin Sparks o Lou Donaldson, porque Silver es mucho más jazzy, pero bueno, si entro por el funk a Horace Silver, y acabo en Cannonball Adderley, pues mira eso que he ganado. ¿O no?
Me parece muy curioso cómo se fueron introduciendo influencias de otros lugares, y de otras músicas que tanto tenían que ver con el Jazz, y con la música afroamericana en general. Digamos que estaba el Jazz Tradicional, en constante evolución, y después el Jazz moderno, con sus Parker, Ellingtong, Bassie, con sus Bob, Bep, y Hard, y cómo se iba bebiendo de aquí y de allá. No me imagino a ningún crítico gillipollas, ortodoxo, y cerrado, criticando las influencias que iban haciendo crecer al jazz, a la música al fin. Seguro que los hubo. Seguro.
Ahora me muevo a España, vuelvo a casa, y me voy a otra música de raiz, al flamenco. Y veo cómo Paco de Lucía y Camarón evolucionaron el estilo, como se dejaron influenciar con otras tendencias, otros instrumentos, ... Kiko Veneno y R. Amador estaban por allí. Y claro, aquí sí que los veo. Los veo claramente. A los ortodoxos, digo. Son inmovilistas y critican de la peor forma posible, sin construir, sin encontrar nada bueno, donde está claro que lo hay. Y se echan las manos a la cabeza. Y no creáis, esto sigue pasando. Le pasa al pobre José Mercé. Buenísimo cantaor, pero... los críticos no le dejan en paz.
Y digo yo. Tengo todo el derecho del mundo a que me guste El Capullo de Jerez, con sus ortodoxias, y a que me guste la última época de Camarón, y José Mercé, y Morente, ... Como me gusta Lightin' Hopkins y Tommy Castro. O mejor no, preguntemos a los críticos que es lo que debemos o no comprar, que es lo que debemos, ... Que pereza, por dios santo.
Lo dicho, el disco de hoy: Cape Verdean Blues.
Ya hablaremos.
Este disco es una gran composición de temas de diferente calado, muy en la onda del Bob, y con las influencias clásicas de este tipo de músicos en los 60. Bossa Nova, y ritmos nuevos que se iban metiendo poco a poco en cada uno, y por tanto popularizando. Joe Henderson (lo digo de memoria) colabora en este disco con Silver. A saber, Silver es muy funky, muy boogaloo diría yo. Por supuesto no llega a los extremos de Jimmy Smith, Melvin Sparks o Lou Donaldson, porque Silver es mucho más jazzy, pero bueno, si entro por el funk a Horace Silver, y acabo en Cannonball Adderley, pues mira eso que he ganado. ¿O no?
Me parece muy curioso cómo se fueron introduciendo influencias de otros lugares, y de otras músicas que tanto tenían que ver con el Jazz, y con la música afroamericana en general. Digamos que estaba el Jazz Tradicional, en constante evolución, y después el Jazz moderno, con sus Parker, Ellingtong, Bassie, con sus Bob, Bep, y Hard, y cómo se iba bebiendo de aquí y de allá. No me imagino a ningún crítico gillipollas, ortodoxo, y cerrado, criticando las influencias que iban haciendo crecer al jazz, a la música al fin. Seguro que los hubo. Seguro.
Ahora me muevo a España, vuelvo a casa, y me voy a otra música de raiz, al flamenco. Y veo cómo Paco de Lucía y Camarón evolucionaron el estilo, como se dejaron influenciar con otras tendencias, otros instrumentos, ... Kiko Veneno y R. Amador estaban por allí. Y claro, aquí sí que los veo. Los veo claramente. A los ortodoxos, digo. Son inmovilistas y critican de la peor forma posible, sin construir, sin encontrar nada bueno, donde está claro que lo hay. Y se echan las manos a la cabeza. Y no creáis, esto sigue pasando. Le pasa al pobre José Mercé. Buenísimo cantaor, pero... los críticos no le dejan en paz.
Y digo yo. Tengo todo el derecho del mundo a que me guste El Capullo de Jerez, con sus ortodoxias, y a que me guste la última época de Camarón, y José Mercé, y Morente, ... Como me gusta Lightin' Hopkins y Tommy Castro. O mejor no, preguntemos a los críticos que es lo que debemos o no comprar, que es lo que debemos, ... Que pereza, por dios santo.
Lo dicho, el disco de hoy: Cape Verdean Blues.
Ya hablaremos.
1 Comments:
plas, plas!
http://duermevela.blogspot.com
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