29.11.04

El Club

No hace mucho se me ocurrió que podría estar bien montar un Club, un Club de amiguetes, de conocidos, de amiguetes de conocidos, y de conocidos de amiguetes. Un club de libre acceso.

Un Club Musical, eso sí. La idea surge por una serie de veladas en casa de un colega, o en mi casa, veladas en las que básicamente charlamos de música, tomamos cerveza, copas y comemos pizza. Y entre cerveza y cerveza, entre copa y copa, nos presentamos los últimos discos que nos hemos comprados, lo último que hemos conocido, o cosas que en su día se quedaron en el tintero. La conversación deriva; no pasa nada, la música siempre está presente, de fondo, y la mesa llena de cds y vinilos.

Ese es el germen. Pero al germen hay que añadirle una serie de elementos:

- hay gente a la que ya no veo, y podríamos vernos si en las apretadas agendas hay un día en el que nos tenemos que ver.
- me gusta evangelizar de música, si algo me gusta, me entran ganas de contarlo, de poner el disco, de enseñarlo, de escuchar opiniones.
- me gusta que ser obejto de evangelización. Que me muestren, que me descubran, ...

Meto los elementos en la Osterizer junto con el germen, y me digo:".. como me gustaría que nos sentaramos una vez cada 15 días, cada mes, no se, y que cada persona trajera canciones, discos, artistas, ..., y que se los presentara a los demás...". Y de verdad me parece muy buena idea, por puro egoísmo, porque me gustaría descubrir más y más y más, y a veces no hay otra forma que conociendo a gente con otros gustos, con otras discotecas, ...

Llegados a este punto, y después de comentárselo a varias personas, y de recibir buenas vibraciones por todos ellos, el proyecto Club se queda parado. Por una razón logística. El Lugar.

Pero bueno, sigo buscando soluciones a este tema, ya que - no escribiría de este tema sino fuera así - me interesa mucho la idea.

Yo para la primera sesión llevaría discos y canciones que recordaran a cosas ya escuchadas, que me gustaran muchísimo, y que ayudaran a conocer a músicos y bandas que, por lo que veo en comentarios hacia este blog, nadie conoce.

Me gustaría dar a conocer a Anders Osborne, a John Cleary, a Bryan Lee, a ... todos. Y me encantaría escuchar cosas que trajera la gente, como uno de últimos blogs que he descubierto, Dientes de Plata, que habla de discos y músicos que no conozco, pero que me gustaría hacerlo, me gustaría que me los pusiera, y escucharlos. Eso sí, con una cerveza en la mano, y con buena conversación, cómodamente sentado.
Ya hablaremos.

26.11.04

Louisiana Music Factory

Me encanta New Orleans. ¿Lo he comentado alguna vez?. Bueno hay que tener en cuenta que quedan 148 días para el JazzFest. JazzFest al que no podré ir este año de nuevo, porque compromisos más importantes me retienen en el territorio patrio. Y es que el nacimiento de una de las grandes músicos que revolucionará el funk tal y como lo conocemos, no es moco de pavo.

Bueno, pues eso que me encanta New Orleans, y de aquí en adelante voy a dar un coñazo de muerte con esta ciudad.
Hoy quiero hablar de una tienda de discos: Louisiana Music Factory. Tenéis un enlace aquí a la derecha. ¿Qué tiene de especial? Pues iré por partes.
Lo primero es que ahí se pueden encontrar discos que posiblemente no se puedan ver en el resto del mundo. Lo segundo es la experiencia de compra. Hay que ir uno de los días en los que tienen show. Aquí os dejo el programa de este mes:


Sí, sí, hay que pinchar en la imagen


Bueno, habíamos quedado que entras a la tienda. Se encuentra en la parte vieja, en el French Quarter, así que ningún problema para encontrarla. Según entras (esto, la verdad es que sólo ocurre durante eventos especiales tipo Mardi Grass o JazzFest) alguien te ofrece una cerveza (Abita, la marca local, que os aseguro que está buenísima, no hablamos aquí de mierda tipo B** o similar), trincas tu birrita en vaso de tercio, y te metes en la tienda, recorres las filas de cds (los vinilos están en la planta de arriba), y mientras te metes, te das cuenta que los músicos se están colocando, y te miras tu conciertito de 40 min., eliges tus discos, le das un trago a la birrita, y mientras tanto te enciendes un pitillo (sí, que esto es Louisiana, se puede fumar).


La tienda por fuera

Y por ejemplo puedes ver a Clarence Gatemouth Brown con más de 70 tacos, más flaco que un palo, que un palo de escoba porque el tio es alto, con su camisa cowboy, y su sombrero del mismo palo. Más negro que el betún, dándole a la guitarrita, o al volín, cantando como Dios (el del blues), y entre canción y canción no se le olvida recordarte que su último disco está ahí a la izquierda en el segundo estante.
¿Os imaginais a uno de estos pintamonas que tienen éxito aquí haciendo eso? 70 tacos el Gatemoth, y señalando su último disco. Vamos si eso no es radical, no qué es radical.


Los Big Sam´s Funky Nation, y la peña flipándolo.

Y así pasas la tarde, viendo discos, hablando de música, cerveza en mano y escuchando a musicazos. Musicazos que igual no conoces y como molan tanto te pillas el disco. Porque aquí no hay error posible. Esto es una herramienta de marketing (como la de U2 del otro día), y como tal herramienta sirve para una cosa: vender. Pero hostias como se agradece que te vendan así.

Yo, por ejemplo conocí así, en esta tienda a varias bandas, como por ejemplo Kermit Ruffins, o el propio Bryan Lee. Ahí es nada. Vaya pedazo de descubrimientos. Claro me pille discos de ambos.

Como tienda es buena para comprar jazz tradicional, zydeco, cajún, blues regional (Professor Longhair, Snooks Eaglin', Henry Gray, etc), gospel, funk de new orleans del tipo Meters, Allen Toussaint, etc., y muchas más cosas en las que no estoy puesto, como el bluegrass, etc. En fin grandes cosas por descubrir. Que maravilla.

Una cosa chula de su web es que tienen en video muchas de estas performances de los últimos años. Echádles un vistazo joder, que es gratis. Ya vereis que buen rollo.
Yo acabo de hacer una compra en su tienda on-line. Ya haremos un review pronto, cuando me lleguen los discos, que tengo unas ganas que me muero.

Para acabar me gustaría recomendaros la visita a una tienda española, basada en San Sebastián, que está dedicada a la música negra soul, jazz, funk. Y tiene unos vinilos "de muerte". Yo ahí me compré dos de Lou Donaldson, el Alligator Boogaloo (bendito sea) y unos en directo con Melvin Sparks... No digo nada más. Echadle un vistazo, y dejar a Amazon un pelín aparte. Ya habrá tiempo de volver.
Ah, lo olvidaba, la url es: http://www.beltzarecords.com/ , copiar y pegar, majetes, que me tengo que pirar.
Ya hablaremos,

25.11.04

La raíz de la investigación

Me gusta la gente que investiga. Que intenta conocer el porqué, el cuando, el dónde. Me gustan porque gracias a ellos descubro cosas. Me gustan porque la raíz de la investigación es conocer la raíz misma. Me gustan porque los resultados de sus investigaciones les dan muchísimo más criterio para saber cómo evolucionar o si evolucionar.

Hay investigadores en todos los campos. El investigador del Blues, para mi, claro, es Taj Mahal. Sin duda.

Taj Mahal es un guitarrista que hace blues. Que se hace medianamente famoso en determinados círculos de blancos hippies gracias a determinadas apariciones y colaboraciones; Bonnie Raitt le tiene en un par de discos tocando el bajo. Y no nos olvidemos de la aparición en el Rock and Roll Circus de los Stones. Digamos que ahí estaba el bueno de Taj en su faceta más eléctrica, claro era lo que gustaba.
Pero la investigación de Taj Mahal va por los caminos de la música tradicional negra americana. Blues olvidados de héroes ficticios que los esclavos tenían, como por ejemplo Railroad Bill. Temas instrumentales al banjo como M'Banjo. Rags como Blind Boy Rag.


Fellin' the Blues

Taj Mahal se permite el lujo de interpretar canciones como Statesboro Blues al modo de los Canned Heat, y eso es algo que es casi pecado. Que un negro, que viene del country blues, 100% bluesman, se pare por un momento a escuchar a Canned Heat y diga, anda coño como suena!, y se ponga a ello... Pecado mortal.
El viaje de Taj Mahal es, en su viaje, anárquico, no tiene un sentido claro (para él seguro que lo tiene), no tiene destino, ni tampoco origen claro y definido, de hecho empieza no se sabe muy bien cuando, y de vez en cuando se para más tiempo del que cabría esperar en alguna estación.

Por eso vas a ver a Taj Mahal en directo y toca con la Phanton Blues Band, o con la Hula Blues Band, y de repente te encuentras con que ha montado una banda con africanos, hawaianos, y quien sabe de donde se ha traído al bateria... Y claro, los ortodoxos, siempre ellos, se defraudan, y dicen: "qué es esto?". Pues seguro que Taj Mahal te diría que es blues.

Taj Mahal tiene una carrera inmensa. Es prácticamente imposible abarcarla toda y tener todos sus discos. De hecho hay muchos discos de este músico que están descatalogados. Me acuerdo que cuando iba buscando vinilos, los más dificiles de encontrar eran los de Ten Years After y los de Taj Mahal. Sólo cuando entré en Amoeba por primera vez encontre los de la banda de Alvil Lee, los de Taj Mahal seguían sin aparecer.

Por eso, y porque el disco es francamente bueno, os quiero recomendar una recopilación en 3 cds de Taj Mahal. Yo he tenido en mis manos cerca de 5 recopilaciones de este bluesman. Sólo esta recopilación abarca su carrera de forma real. Va desde el año 65 hasta el 98. Podemos encontrara temas super tradicionales, olvidados por muchos ortodoxos, temas eléctricos, temas en los que se puede aprender cómo organizar una banda de blues; los silencios, las tensiones, la complicidad con el público, ya que hay muchos temas en directo.
La recopilación se llama: In Progress & In Motion: 1965-1998.



Taj Mahal sigue dando caña. Sigue investigando en la raíz, y la raíz no otra que es la razón de su investigación, de su vida, de su música. Bendita sea.
Ya hablaremos.

24.11.04

Rock n' Roll (del de verdad)

Ayer U2 se subieron al remolque de un camión y se pusieron a tocar de forma sorpresiva por New York. Pararon el camión y dieron un concierto G-R-A-T-I-S para la gente de New York.


En el camión.

No soy especialmente fan de los U2, no los he seguido especialmente. Igual un poco al principio, con el Boy, y en general con todos los anteriores a The Joshua Tree. Me gusto especialmente la versión de la canción maldita de los Beatles en un album posterior. Pero nada más. Eso da igual.


¡Que buen rollo, por Dios!

Lo de ayer es diferente. Lo de ayer se llaman dos cojones y buen rollo, es rock and roll. Me la pela que la industria no-se-que. Me da igual que el marketing de la MTV no se qué. El poso que me queda es que un grupo de gente que se enteraron por foros, por conocidos, por lo que fuera, ayer vieron un concierto en un sitio de la de Dios, por la cara. Y eso se agradece en los tiempos que vivimos. Menos hostias con la pirateria y más rock & roll, que parece que nos obligan a tocar, coño!

Da la impreesión de que muchos músicos pagan por tocar y no al revés. Vienen los Strokes (buenísimos, modernísimos, bla, bla, bla) y tocan 45 min. Viene Kravitz y toca 1 hora y veinte. Pero, ¿a que las entradas valen lo mismo si tocan 20 min. o 3 horas?, incluso han subido. Va un periodista y se queja de que Fito sólo cobró 5 millones por el concierto este de Bilbao que ha sido el más grande de la historia del País Vasco. Pero ¿alguien ha oído quejarse a Fito? Vamos no me jodais ya con tanta hostia. ¿Porque toca Fito? ¿Porque cobra? NO. Toca porque le mola tocar, y cobra lo que tiene que cobrar, o lo que este estipulado que cobre. Y si por él fuera haría los conciertos más largos, seguro. Pero seguro que hay alguien por ahí diciéndole, no Fito, no, sólo 1 horita.

En fin. Rock & Roll del cojonudísimo ayer en New York. No eran los primeros, claro. Los Stones ya lo hicieron en los 70 en New York. Los Black Crowes también lo hicieron. Y los Buenas Noches Rose lo hicieron aquí en Madrid. Y seguro que hay muchísimos más.

El sentimiento de buen rollito que tuve ayer al ver las noticias, y ver lo que habían montado fue inenarrable. Gracias (y eso que no estuve).
Ya hablaremos.

23.11.04

Cabo Verde

Cape Verdean Blues es un disco buenísimo, como también lo es It´s Got To Be Funky, y por supuesto Song For My Father, y otros tantos. Pero, de los que conozco, me quedo con el Blues de Cabo Verde.
Este disco es una gran composición de temas de diferente calado, muy en la onda del Bob, y con las influencias clásicas de este tipo de músicos en los 60. Bossa Nova, y ritmos nuevos que se iban metiendo poco a poco en cada uno, y por tanto popularizando. Joe Henderson (lo digo de memoria) colabora en este disco con Silver. A saber, Silver es muy funky, muy boogaloo diría yo. Por supuesto no llega a los extremos de Jimmy Smith, Melvin Sparks o Lou Donaldson, porque Silver es mucho más jazzy, pero bueno, si entro por el funk a Horace Silver, y acabo en Cannonball Adderley, pues mira eso que he ganado. ¿O no?

Me parece muy curioso cómo se fueron introduciendo influencias de otros lugares, y de otras músicas que tanto tenían que ver con el Jazz, y con la música afroamericana en general. Digamos que estaba el Jazz Tradicional, en constante evolución, y después el Jazz moderno, con sus Parker, Ellingtong, Bassie, con sus Bob, Bep, y Hard, y cómo se iba bebiendo de aquí y de allá. No me imagino a ningún crítico gillipollas, ortodoxo, y cerrado, criticando las influencias que iban haciendo crecer al jazz, a la música al fin. Seguro que los hubo. Seguro.
Ahora me muevo a España, vuelvo a casa, y me voy a otra música de raiz, al flamenco. Y veo cómo Paco de Lucía y Camarón evolucionaron el estilo, como se dejaron influenciar con otras tendencias, otros instrumentos, ... Kiko Veneno y R. Amador estaban por allí. Y claro, aquí sí que los veo. Los veo claramente. A los ortodoxos, digo. Son inmovilistas y critican de la peor forma posible, sin construir, sin encontrar nada bueno, donde está claro que lo hay. Y se echan las manos a la cabeza. Y no creáis, esto sigue pasando. Le pasa al pobre José Mercé. Buenísimo cantaor, pero... los críticos no le dejan en paz.
Y digo yo. Tengo todo el derecho del mundo a que me guste El Capullo de Jerez, con sus ortodoxias, y a que me guste la última época de Camarón, y José Mercé, y Morente, ... Como me gusta Lightin' Hopkins y Tommy Castro. O mejor no, preguntemos a los críticos que es lo que debemos o no comprar, que es lo que debemos, ... Que pereza, por dios santo.
Lo dicho, el disco de hoy: Cape Verdean Blues.



Ya hablaremos.

22.11.04

Los directos son incómodos, a veces.

El viernes pasado vi a Ben Sidran en el Central. Musicalmente muy buen concierto. Pero el sitio es súper incómodo. Eso no es nuevo. El Central tiene mucho encanto, pero sinceramente no está bien preparado. Esta por supuesto es una opinión muy personal. Es que al final yo no se si cuando organizan un local musical tienen en cuenta lo que van a programar, o simplemente piensan en apilar sillas, o qué...

Como digo el viernes me dirigí al Central con mi amiga y antigua cantante de La Banda de Blues, Bea, y con mi colega Andrew que pasó por Madrid. Llegamos, y el local petado; claro, era Ben Sidran, que está tocando hasta el 23 en el Central. Nos obligaron acoplarnos en un rincón, compartiendo una mesa con una pareja acaramelada a los que les importaba una mierda el concierto (12€!!!), y que no dejaban de levantarse, hablar, etc. No se veía nada. y nos sentamos en fila india en unas sillas incomodísimas. ¿El concierto? Pues muy bien. Sidran tocó blues, tocó funk, y toco jazz, del simpático, del bailable. Además estaba por la sala un trompetista, del que sólo dijeron que era de New Orleans, pero no su nombre. Andrew y yo nos levantamos al unísono para ver si le conocíamos, y ni síntoma. Pero tocó francamente bien.
Sidran hizo dos pases, de 40 min. cada uno. Súper corto. Coño es el Central y cuesta 12€. Parece que no les gustase tocar. No lo entiendo. Yo voy a tocar a un sitio y me dicen que sólo puedo tocar 40 min. y me da bajón. En fín, será que no todo el mundo disfruta tanto..., no se.
Luego está la frustración del primerizo. Imaginaros que vais hoy o mañana (último día) a verle. Os gusta, porque os gustará. Y vais y compráis un disco. Esta sería la típica compra que os frustraría, porque estoy seguro, con la pedazo de carrera que tiene este tio, que compraríais algo que no sería justo lo que habéis escuchado en el concierto, que no olvidéis que era la razón por la cual habéis comprado el disco.

Recomendación: Live at Montreux.

Esta portada es de la edición japo. Intentad encontrar la barata ;).

Continúo:
Después nos fuímos al Moe a tomarnos una copa, aunque en realidad nos dirigiamos a La Reina de Cuba a escuchar Jazz Latino. Pero entramos en el Moe. Estaban Edu Bighands y la Whiskey Tren. Joder cómo ha mejorado este tio, ¡cómo toca!. Y la banda es absolutamente increíble. Que forma de agarrar el blues. Muy poca gente que yo haya visto en Madrid agarra el blues como estos tios. Creo que el mérito está en un porcentaje alto en Phineas (no se si se escribe así), uno de los mejore bajistas de blues españoles; eso es disfrutar.
Pero de nuevo. Que coñazo de sala, que escenario más ... (me callo el comentario), el sonido regular, y nuestros cuellos desencajados. Pero bueno, al menos no te cobran. Es que si nos cobraran en el Moe ya sería el descojone.

Dejando a un lado al Moe, que es caso aparte, si nos fijamos en el Central, donde cada noche se programa Jazz o Blues, del de escuchar, del de sentarse tranquilo con uno de esos copazos tan de puta madre que te ponen en los que cabe la cocacola entera, tuviera la distribución de mesas que tiene por ejemplo el Calle 54, pues mucho mejor, creo yo.
¿Y el Calle 54? Joder con las mesitas, y los comensales, la madre que los parió. Que se sepa: Jerry Gonzalez paró un concierto hasta que una mesa dejó de chillar, reirse y hablar. Respeto!, que decía Aretha, joder. Yo tengo muy claro lo que haría con el Calle 54. Lo convertiría en una sala de conciertos para bailar, todo el mundo arriba. En fin, menos mal que no me llaman para distribuirles las salas, o igual no. No se.
Ya hablaremos.

19.11.04

Jazz? Funk? Novedad?

"...cada día un disco, una canción,...", bla, bla, bla,... Al final el tiempo, los temas y lo que nos apetece no es lo que en su momento nos propusimos. Pero hoy, para ser un pelín fieles, vamos a recomendar un disco.
Una novedad, porque, con independencia de la época o el año en que fuera editado, como no lo conocéis (los que no lo conozcáis), es una novedad.

La novedad de la semana es un disco de Jazz, bueno en realidad es un disco de Funk, bueno en realidad... Música. ¿Qué mas da? Definamos un estilo para que al leer, o al hablar, sepamos que todo el mundo más o menos percibe el mensaje.

Yo lo conseguí en una tienda llamada OverStock, el antiguo Discoplay de la Vaguada. Tienda de novedades, claro. Pues eso, una novedad tenéis.


¿El año? 1972.

Este disco es una auténtica delicia del Soul, del Jazz y del Funk. Es maravilloso ver como desde diferentes puntos de vista se puede acceder a una misma base, para lanzar un mensaje diferente. Por ejemplo, hay un tema en este disco llamado Chitlins Con Carne, que yo sepa lo han versionado Stevie R. V. y Otis Rush, y por supuesto su creador, el gran Kenny Burrell. Pues bien aquí el amigo Lewis utiliza la misma base (harina, agua y sal, es decir, las notas), para hacernos llegar un mensaje totalmente diferente. Lo mismo pasa con su versión del Cissy Strut de Los Meters. Coño, pues no habremos escuchado versiones de ese tema..., más largas, más jazzeras, más funkies, no se. De todo tipo al fin. Bueno pues Lewis y su banda (buenísimos, y desconocidísimos, por cierto) llegan a otra conclusión, y por tanto transmiten otro mensaje.
Y llegados a este punto pensaréis, que cantidad de tonterias... Eso pasa con todas las versiones ¿no?. Pues no, no pasa con todas las versiones, porque hay versiones, hay interpretaciones y hay copias. Y claro, no todo es lo mismo.
Además el disco en cuestión es en directo, y te da la impresión de que fue grabado con unos medios muy precarios. Y eso te hace llegar un sonido super sucio, pero desde el punto de vista de la suciedad conseguida con las válvulas, no con la freiduría del vinilo de 1936.
Por tanto, como el sonido es básico, y el disco es tan bueno, no podemos sino pensar lo buena que debió ser la interpretación.
Boogaloo Corner se llama este weblog. Bueno pues Boogaloo Music se podría definir (para que nos entendamos) el estilo y la forma de tocar el Hammond de aquí mi primo Lewis.
Por último me gusta mucho que en la que fue la época de creación de raices para muchos, otros evoquen novedades (Los Meters grabaron Cissy Strut por esos años; 70s) y las interpreten con esa garra.
Corriendo a por la novedad a la tienda de novedades!

¿Dónde estarán Lewis y sus colegas ahora? Prefiero no pensarlo...

Ya hablaremos.

18.11.04

La Conexión está en el Origen

Vamos a hablar de Los Hombres Calientes. Esta banda está formada por Irvin Mayfield (trompetista) y Bill Summers (percusionista). En una primera época (los dos primeros discos) estuvieron acompañados por Jason Marsalis. Además se hacen acompañar por todo un elenco de super buenos músicos: sección de viento compuesta de trompeta, saxo y trombón, piano, bateria y bajista. Por supuesto esta es la formación que utilizan en sus directos, pero en sus discos depende de qué tema estén interpretando para que se apoyen en unos u otros músicos.

Los Hombres Calientes es un experimento, es un viaje, es una banda que se propuso desde su creación conectar el Jazz Latino con el Jazz, y la música en general que se hace en New Orleans. Lo que ocurre es que investigando, investigando se llegan a conclusiones que nos hacen tomar caminos circulares, círculos viciosos que dirían otros. Me explico.

Los Hombres Calientes es una especie de Congo Square vivo, dinámico. Congo Square es aquella plaza, donde a finales del s. XIX, los esclavos se reunían los domingos para cantar y bailar. ¿Qué cantaban y bailaban? pues aquellas cosas que habían cantado en sus lugares de origen. Pero que no podían menos que estar influenciadas por la música de los blancos de esa zona, y por la influencia religiosa que les metían los curitas a presión (ya se sabe, que la letra con fuego...).
Pues siguiendo esa tradición de Congo Square, Los Hombres Calientes empiezan a investigar, y empiezan por las cosas cercanas. Por lo que antes Peterson (Soul Español) o Gillespie (Afro Cuban Jazz)ya habían hecho. Cómo se conecta una havanera con una pieza de ragtime, como se conecta la bossa nova con una pieza de blues. Pues se conecta, y mucho. Y de esa investigación se va al funk, y al soul, y al blues, se vuelve por el gospel, y al final nos encontramos escuchando una suite cubana que nos da que pensar; Ry Cooder es muy listo, nos vende algo que lleva en el lineal siglos... Pero bienvenido sea.

Los Hombres Calientes tienen 4 discos. Todos son buenos, todos son recomendables. Pero si hay que elegir, elegiremos el último: Vodou Dance vol. 4.



No os llevéis a confusión, por mucho que yo hable aquí de experimentación, de investigación, no estamos hablando de nada raro. Estamos hablando de música sencillísima, que es fácil de escuchar (easy listening, ja!), que es para bailar. Lo que ocurre es que llena los oídos de grandes y pequeños. De los pequeños porque es música que al ponerla me llena una cena, un viaje en coche, una fiesta, etc. Para grandes, porque si de verdad quiero algo más me lo dan, me lo adn con sus conexiones.
Por ejemplo, Los Hombres Calientes se preguntan de donde vienen los cánticos de las "tribus" de MardiGras, de donde viene el gospel. Porque la música de Martinica tiene esa resonancia tan parecida a la brasileña, y de que forma se conecta con el jazz latino más puro. Porque las Brass Bands son sobre todo rítmicas, cuando en realidad son pasacalles. Porqué New Orleans is Drums, que ya lo dice Dr. John, pero no lo explica.
En fin, Los Hombres Calientes es una banda formada por auténticos musicazos, de lo mejorcito del mundo, pero no sólo eso, es una banda hecha para tocar en directo, evangelizar un poco sobre su proyecto y divertir al personal, hacerles bailar.

Aparte de las veces que les he visto en New Orleans, les vi una vez en Madrid, en el Calle 54. Radical. El concierto fue radical, y a la vez un poco raro. Ahí estabamos viendo a esta pedazo de banda, y la peña sentada, a su puta bola, en las mesas tipo McDonalds que Mariscal ha diseñado para el garito de moda. Como digo, la peña pasando de todo. Pero estos tios son Los Hombres Calientes. Y por eso no se cortaron ni un poquito, salieron a tocar entre las mesas hicieron que el todo mundo se levantase y se pusiera a baliar. Claro, coño.
Al final del concierto nos tomamos una copa con ellos, y nos comentaban extrañados lo raro del garito en cuestión, y que la gente no estaba ahí por ellos, sino por estar en el garito. Los tios, claro, no daban crédito. Además flipabana con que la noche se acabara tan pronto. Pues no fue así, ya que Bea se encargó de acabarla a las 08:00 a.m. en la Reina de Cuba, donde por supuesto tocaron con la banda residente. Que diferentes son las cosas, en función de como se vendan...
Ahí os dejo mi venta de hoy: Los Hombres Calientes.
Ya hablaremos.

16.11.04

Variedad

El sábado tocamos (La Banda de Blues) en una fiesta benéfica junto con otra banda: La Última Experiencia. Esta banda me hizo volver al cole, cuando escuchaba a diario a los Purple, a Hendrix, a Zeppelin, ..., a cuando salieron los Black Crowes, a los Skynyrd,... Me gustó mucho su concierto. Aunque a no todo el mundo le gusto de la misma forma. Digamos que yo no estaba mirando en si aportaban o dejaban de hacerlo, en si yo rocaría esos temas, y de esa forma, o no. Simplemente me transmitieron muy buen rollo. Además no se limitaban a tocar, sino que había una parte de escenografía importante. En fin que me gustaron mucho porque me recordaron muchas cosas medio olvidadas. Por cierto sus temas (que componen los chavales) me recuerdan a los primeros M-Clan, y su guitarrista es idéntico a J. Cusack.

Este concierto me ha hecho empezar a escuchar cosas olvidadas como los Foghat. Banda de los 70. Sonido sureño hecho en las islas británicas. Bigotes imposibles a lo Zappa. Los Fogaht son basícamente rock & roll. Me recuerdan a los Fleetwood Mac, si los F.M. hubieran seguido por el camino del rock. Me recuerdan a los Skynyrd o a una mezcla entre los Skynyrd y los Molly Hatchet. Joder que recuerdos. Os recomiendo su disco en directo del 77.



Y eso que estos días me estaba leyendo mi libro de la historia del jazz entre 1865 y 1930, y yo estaba más en el tema tradicional. De hecho me encantó la historia de Congo Square. Congo Square es una especie de plaza en la parte vieja de New Orleans (French Quarter) donde, a finales del XIX y principios del XX, se reunían los esclavos los domingos para bailar, cantar, contarse sus cosas, e intentar divertirse.

Congo Square hoy es, además de la misma plaza, uno de los escenarios del Festival de Jazz de New Orleans. En este escenario es donde, durante este festival, se programa todo aquello que tiene o tuvo que ver con las raices de la música afroamericana, pero desde un punto de vista más soul, más baile. Dos detalles de este escenario: aquí vi a Celia Cruz en el 2001, en uno de sus últimos conciertos en vida. Y por primera vez, en el 2002, sacaron a Wynton Marsalis del escenario de Jazz, y lo colocaron en Congo Square. La gente se volvió loca directamente.

Y New Congo Square también es el penúltimo disco de los Hombres Calientes. De estos ya hablaré largo y tendido, porque es todo un viaje.
Ya hablaremos.

11.11.04

La Banda de Blues

Hoy, 11 de Noviembre, a las 21:00 en Madrid, en la sala Segundo Jazz, tocará la mítica banda de blues madrileña La Banda de Blues.

En los próximos días habrá comentarios al respecto.

Ya hablaremos. (Poco, porque al paso que voy...)

3.11.04

Para mayor gloria de Dios

El sábado ví Ladykillers, la peli esta de Tom Hanks. Está bien, pero no hablaré de la peli. Hablaré de la música. El gospel. La música de los negros, de los esclavos, que cantaban para mayor gloria de Dios. Siendo esclavos cantaban dos tipos de temáticas, una religiosa, y otra épica. La religiosa sobre el antiguo testamento. Metafórica, desde luego. Hacían metáforas de todo. Por ejemplo, el hombre negro era David, y el blanco cabrón, Goliath. La temática épica versaba sobre el último negro legendario que se había escapado, que había golpeado el craneo de su amo cabrón hasta reventárselo. Ya veis. Misma temática.

Bueno, hablando simplemente de gospel os contaré mis experiencias con este estilo. Se reducen básicamente a New Orleans. En el Festival de Jazz hay un escenario (casi todos los escenarios son temáticos) de gospel. Este, junto con el de Jazz Tradicional, son los escenarios que más ternura despiertan en mi. El escenario de Gospel tiene una banda de reserva por si el grupo no trae la suya propia. Bajo, bateria, guitarra y hammond. Pero cada grupo suele traer lo suyo. Los grupos que tocan en este escenario son de dos tipos, los religiosos pertenecientes a congregaciones baptistas del sur de USA (Lousiana, Florida, Mississippi, etc), y los grupos un poco más famosos (Blind Boys of Alabama).

Estos grupos se componen de 3 partes: un coro formado por chicos y chicas de la congregación o escuela, dirigidos por un director de coro, la banda, y los solistas, que pueden ser parte del coro y van rotando. Además este escenario tiene en "nómina" a una señora negra y gorda, gordísima, que hace las veces de animación del público. Porque un grupo de gospel sin público no son nada. Y me explico. En general toda la música negra necesita del público, necesita de su calor. Pero en el caso del gospel mucho más. La idea general es que se canta para mayor gloria de Dios - con independencia de que yo, por ejemplo, pase de todo, y vaya por el tema musica exclusivamente -. Por eso estamos en misa, en cada uno de los conciertos. La gente contesta, grita, les anima, ... Estos conciertos duran muy poco, son de 40 min. máximo, de ahí que el trasiego en ese escenario en el Festival de Jazz de New Orleans, sea increible. Todos vienen con sus túnicas de colores exageradamente brillantes, en autobuses amarillos de High School.


Aquí tenéis a la "animadora" del escenario de gospel dándole caña al tambourine

La gente se vuelve loca. Se abanica continuamente, en parte por el calor y la humedad, y en parte por la obesidad de que hacen gala. La gente contesta, la gente baila, y la gente llora. Es super exagerado, pero forma parte del espectáculo. Yo he visto a muchísimos grupos y congregaciones, y os aseguro que es una experiencia maravillosa. Da igual que te guste o no. Es algo que desde mi punto de vista hay que vivir. Esa pasión no es normal, y se transmite musicalmente a través de un estilo que nació a mediados del s. XIX, y es la base de buena parte de la música moderda americana. Pero no os equivoqueis. No es pasión religiosa entendida como la Pasión de CRisto y esas movidas. No. Es pasión musical. Sin música, sin gospel, no sentirían lo mismo. Aunque es para mayor gloria de Dios. En serio.

La peli. Si no la habéis visto alquilaros el DVD y en los extras hay dos temas clásicos de gospel hechos por una de estas congregaciones en una iglesia. Veréis de los que os hablo. Y que sepais que, en este caso la realidad super con mucho a la ficción. Creedme.

Y ya que estamos os voy a recomendar un disco de gospel. Sister Rosetts Tharpe canta gospel y canta blues, e introduce el gospel en sesiones de blues en los años 40 en los clubes. No era la primera, claro, pero sí una de las más avanzadas de la época. Bueno 81 temas a un precio razonable, supongo. A mi este disco me encanta.



No obstante, cualquier disco de los Blind Boys of Alabama os da una muestra de gospel religioso. Por cierto que acaban de grabar uno con Ben Harper. Me reservo cualquier comentario ya que no lo he escuchado.
Y llegados a este punto os recomiendo este otro disco: Los Souls Stirrers. Quizá los conozcáis por algún disco con Sam Cooke. Os recomiendo este disco:



Una muy buena muestra de cómo el gospel inició el soul... ¿o quizás no?.
Ya hablaremos.

Vótame


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